El coronavirus se esparce por el mundo: pánico generalizado, miles de nuevos casos y cientos de muertes por día, se cierran ciudades y países enteros, se cancelan vuelos, eventos y festivales…
Europa se ha vuelto el nuevo epicentro de la enfermedad, mientras en América Latina y Estados Unidos los nuevos contagios se multiplican cada día.
Sin embargo, pese a las malas noticias por casi todos lados, un grupo de naciones parece haber logrado contener la propagación abrupta del virus, que hasta este 16 de marzo ya dejaba unas 7.000 muertes y casi 180.000 contagios a nivel global.
De hecho, pese a su cercanía con China y por tanto, mayor potencial exposición, varios países asiáticos han logrado que el nivel de propagación del virus sea comparativamente menor que en el resto del mundo.
Europa se ha vuelto el nuevo epicentro de la enfermedad, mientras en América Latina y Estados Unidos los nuevos contagios se multiplican cada día.
Sin embargo, pese a las malas noticias por casi todos lados, un grupo de naciones parece haber logrado contener la propagación abrupta del virus, que hasta este 16 de marzo ya dejaba unas 7.000 muertes y casi 180.000 contagios a nivel global.
De hecho, pese a su cercanía con China y por tanto, mayor potencial exposición, varios países asiáticos han logrado que el nivel de propagación del virus sea comparativamente menor que en el resto del mundo.