lunes, 3 de noviembre de 2014

El partido que se detuvo por el avistamiento de un ovni.


Tan insólito como cierto, la Fiorentina se enfrentaba al Pistoiese un 27 de octubre de 1954, cuando el juego fue irrumpido por un encuentro de otro planeta, sobre el estadio se tuvo el avistamiento de objetos voladores no identificados.

Era el otoño en Florencia, diez mil aficionados se habían reunido en el estadio de la Fiore, Artemio Franchi, cuando el encuentro llegaba con normalidad al entretiempo.  Los jugadores volvieron al césped luego de los 15 minutos de descanso y recién había silbado el juez el inicio del complemento cuando la gente en la grada dejó de ver hacia abajo y giró su vista hacia el cielo e inmediatamente empezaron a gritar exaltados por el espectáculo.

Inmediatamente los jugadores dejaron de correr tras el balón, quedaron perplejos con la mirada hacia arriba mientras el balón rodaba hasta detenerse.


El mundialista Ardico Magnini era una de las estrellas de la Fiorentina, quien años después afirmó recordar cada detalle, lo describió como “algo que lucía como un huevo que se movía lentamente… Todos estaban viendo hacia arriba, algo brillante en el cielo, un plateado brillante”.  Señaló que el fenómeno dejó impresionado a todos.

¿Histeria colectiva? Hubiese tenido cierta lógica si el avistamiento hubiera sido únicamente dentro del estadio, pero el fenómeno era visible desde afuera y se multiplicó en otros lugares de la ciudad de Toscana, algunos hasta confirmaron haber visto fenómenos similares algunos días después.

Para confirmar lo acontecido, el reporte oficial del árbitro señalaba que el juego fue suspendido porque los espectadores vieron algo en el cielo.  Algunos difieren un poco de la descripción de Magnini, como un aficionado que indicó haber visto muchos objetos y no solo uno.  Todo sucedió en tan solo dos minutos, pero el impacto era tal que el juego había quedado relegado a nada.  Para Romolo Tuci no se trataba de otra cosa que extraterrestres.

Además del espectáculo visual, se dejaba caer una sustancia blanca y brillante, que algunos describieron como pegajosa, pero que en cuestión de minutos se desintegraba.  El presidente del Centro Nacional de Ovnis, Roberto Pinotti, recuerda ese día: “ver los techos de las casas cubiertos de esta sustancia por una hora, que como la nieve se evaporó”.

Muchos que lograron recolectar parte de la sustancia posada en objetos, tratando de no tocarla esperando que no se desvaneciera, llegaron al Instituto de Análisis Químico de la Universidad local para descubrir qué elementos contenía.  La conclusión era que estaba conformada por calcio, magnesio, borón y silicona, y para fortuna de la población, el material no era radiactivo.  Lamentablemente no se podía desarrollar una gran investigación porque el material se desintegraba rápidamente.

Algunos escépticos dicen que se trata de una migración de arañas, que es común en esa época, y al ser llevadas por el viento esparcen hilos finos que al juntarse pueden verse como objetos blancos brillantes, que al separarse terminan esparcidos a su paso.

El problema con esta teoría es que las muestras contenían borón y silicona, materiales no orgánicos, además carecían de otros elementos necesarios en las telas de araña, como nitrógeno, oxígeno e hidrógeno.

Lamentablemente el material no se pudo conservar y sólo quedan algunos escritos por allí que finalmente son muy poca cosa para salir de dudas ahora que se cuenta con tecnología para hacerlo.  Además, las descripciones no concuerdan con otros eventos que pudieran servir de comparación.

Lo cierto es que el fenómeno existió, irrumpió un juego de fútbol y quedó en la memoria de jugadores y aficionados.  Tuci es claro con al describir lo afortunado que fue al presenciar algo como esto: “Estaba hechizado y también muy feliz”.

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